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lunes, 1 de agosto de 2011

Cerdeña 2011

CERDEÑA 2011
por Paco Chiclana


acantilado en el Golfo de Orosei © Paco Chiclana


A finales de Julio pasamos cuatro días en la isla italiana de Cerdeña. Fue un viaje familiar, eminentemente turístico, pero siempre queda un hueco para las aves.
Cerdeña es una isla grande, con más de 24.000 km2 de superficie y con muchos contrastes de norte a sur. Tiene una geoformación antigua y sus rocas datan del Paleozoico. La mayoría del territorio está conformado por montañas o colinas, con la cima más elevada en Punta La Marmora (1.834 msnm), en el macizo de Gennargentu, en la parte oriental. Posee casi 2.000 km de costas altas y rocosas, con aguas transparentes, con laderas increíbles de bosque mediterráneo besando el mar. La zona de playas más famosas es Costa Esmeralda, en el noreste. Sus aguas tienen fama de ser de las más cristalinas, bellas y color turquesa del Mediterráneo debido a la naturaleza granítica de la región (la arena es densa y se deposita en el fondo dejando las aguas limpias). Hay muchos islotes e islas menores frente a la costa, destacando el archipiélago de La Maddalena, cerca del Estrecho de Bonifacio que la separa de la vecina Córcega. La isla también tiene algunos ejemplos impresionantes de cuevas calcáreas, siendo la de Bue Marino una de las más espectaculares. Está situada en el Golfo de Orosei, sólo puede accederse por barco desde Cala Gonone, y recibe su nombre de las focas monge que la habitaron hasta su expulsión por el hombre. Otro atractivo de la isla son los nuraghes o construcciones de piedra antiquísimas. El yacimiento nurágico llamado “Su Nuraxi” es considerado por los arqueólogos como el más grande de Cerdeña y está cerca del pueblo de Barumini, destacando sobre el límite horizontal de la meseta basáltica de la Giara de Gesturi. Es el más representativo al ofrecer una panorámica del tholos central rodeado de otros tholos o círculos de piedra menores –conformando la estructura del poblado-.
La única carretera ágil es la que va desde Cagliari a Olbia, pasando por Oristano y Nuoro, al poseer dos carriles en cada sentido. El resto son carreteras antiguas y muchas cargadas de tráfico. Los límites de velocidad están muy desfasados (50 y 80 km/h, dependiendo de vía y tramo) y realmente nadie los respeta, así como las líneas continuas.
Casi todos los días de nuestra visita sopló viento mistral moderado, unas veces agradable y otras no tanto.
Disfrutamos muchísimo de la isla en general, sumando además una rica gastronomía. Pero nos ha quedado mucho por ver y visitar, como Alghero, Capo Caccia, Sassari, Castelsardo, Bosa, Iglesias, la isla de San Pietro, etc., pero cuatro días no dan para más (se requiere un mínimo de una semana).
Y me doy cuenta que me he enrollado demasiado y he olvidado hablar de pájaros, que es de lo que se trata ¡imperdonable!. Mi tiempo para la fauna alada ha sido muy reducido, pero me he dado algún que otro madrugón y he sacado un buen número de especies. El objetivo era observar la curruca sarda y la ssp. corsicana del verderón serrano, y ambas aves las he colocado dentro de mis prismáticos, aunque no me han resultado especies fáciles de localizar. De curruca he visto algún ejemplar en cantiles rocosos cubiertos de vegetación rastrera tanto en Palau como en el Golfo de Aranci, al noreste; y de verderón serrano localicé un par de ejemplares en unos campos con ganado y barbecho al pie del Monti di Ala, cerca de Oschiri, también al norte. Busqué información en internet pero no conseguí gran cosa; la mayoría de los viajes ornitológicos encontrados transcurrieron en la isla de Córcega, con visita corta a Cerdeña (muchos birders entran por Alghero y se dirigen directamente a Córcega para ver curruca sarda, verderón serrano y trepador corso, y bajan a Capo Caccia, Cerdeña, sólo para ver la perdiz moruna). Y aprovecho este punto para agradecer la valiosa información que me pasó amablemente el amigo Juanjo Ramos Encalado.
Otras especies que encontré en mis mini-salidas pajariles y que fueron muy interesantes son cormorán moñudo (ssp. desmarestii) al norte de la isla, perdiz moruna cerca de Nuoro, papamoscas gris (ssp. tyrrhenica) en la ciudad de Olbia, alcaudón común (ssp. badius) a mitad de camino entre Dorgali y Nuoro, y corneja cenicienta (ssp. sardonius) bastante numerosa y ubicua.