Translate

sábado, 18 de julio de 2009

Nueva York 2009


























NUEVA YORK 2009
por Paco Chiclana

A finales de junio estuve algo más de una semana visitando la ciudad de Nueva York. Fui con mi mujer y mis niñas y la finalidad del viaje era eminentemente turística, aunque siempre queda un hueco en la maleta para los prismáticos. En esa fecha amanece en la Gran Manzana sobre las cinco y se puede aprovechar alguna horita diaria para el pajareo antes de que la familia se levante. La mayoría de mis escapadas para ver aves las hice a Central Park, por ser un gran parque donde se ven bastantes especies y por proximidad a mi hotel. Central Park está situado al norte de Manhattan, entre las calles 59 y 110, entre la quinta y la prolongación de la octava avenida, y es fácil acceder a él a través de metro, bus o taxi. En ningún momento me sentí inseguro en su interior ya que es un gran espacio verde muy visitado por los neoyorquinos desde primeras horas de la mañana. Tiene cuatro kilómetros de largo por casi uno de ancho, y alberga un variado repertorio de diferentes hábitats. La información que me facilitaron amigos como Manuel Quintana, Juan Sagardía, Serafín Alarcón, Daniel Bosch y Javier Lafuente me vino de perlas, así como la web de Miguel Rouco. En las fechas de mi visita me encontré con especies relativamente ubicuas y fáciles de localizar como robín americano (turdus migratorius), pájaro gato gris (dumetella carolinensis), cardenal norteño (cardinalis cardinalis), quíscalo bronceado (quiscalus quiscula), tórtola plañidera (zenaida macroura) y arrendajo azul (cyanocitta cristata), sobre todo cuando te aprendes sus voces.
Al norte de Central Park está Harlem Meer, un pequeño estanque muy interesante tanto por su lámina de agua como por el jardín situado en la orilla sur. Allí pude ver vencejo de chimenea (chaetura pelagica) bajando a beber a temprana hora, vireo chipe (vireo gilvus) cantando a la sombra de árboles altos, sinsonte norteño (mimus polyglottos), carpintero escapulario (colaptes auratus) capturando insectos en una pradera y, sobrevolando el humedal, un ejemplar de garceta nívea (egretta thula).
Un poco más al sur queda The Pool, otro pequeño estanque también muy atractivo. En una rama desnuda reclamó mi atención un bonito macho de carpintero de Carolina (melanerpes carolinus) y un coloreado turpial de Baltimore (icterus galbula). En su orla forestal varios ejemplares de ampelis americano (bombycilla cedrorum).
Más o menos en el centro del parque hay un gran embalse denominado Jackeline Onassis Reservoir. Allí fueron omnipresentes la gaviota argéntea americana (larus smithsonianus), la barnacla canadiense (branta canadensis), el cormorán orejudo (phalacrocorax auritus) y la subespecie americana de golondrina común (hirundo rustica erythrogaster).
A los pies del castillo de Belvedere está Turtle Pond, otro pequeño humedal. Subir al castillo es muy fácil y desde allí se obtienen unos puntos de observación inmejorables. El lago está rodeado por vegetación palustre, por una buena masa forestal al sur y coronado por una gran pradera al norte, lo que proporciona unas condiciones inigualables. Allí ví garcita verdosa (butorides virescens), un primer verano de turpial hortelano (icterus spurius) y aluciné con los ataques despiadados que el turpial sargento (agelais phoeniceus) propinaba a cualquiera que osara entrar en su territorio.
Algo más al sur queda un lago de tamaño intermedio entre los anteriores, bastante alargado horizontalmente llamado The Lake. Allí también pasé ratos de ensueño, sobre todo escuchando y observando a un macho de chingolo melodioso (melospiza melodia) estratégicamente colocado en la cima de un pequeño arbusto cual escribano se tratara. Por allí sumé jilguero americano (carduelis tristis), una hembra con joven de boyero de cabeza parda (molothrus ater), tirano oriental (tyrannus tyrannus) y gavilán americano en vuelo (accipiter striatus).
Entre Turtle Pond y The Lake hay un bosquete ideal para paseriformes en migración, debiendo ser fantástico en los pasos. The Ramble es una pista que lo atraviesa de norte a sur y que me permitió ver papamoscas fibí (sayornis phoebe), picos pubescente (picoides pubescens) y velloso (picoides villosus), y camachuelo mejicano (carpodacus mexicanus).
Y en el extremo sureste del parque está The Pond, otro pequeño estanque donde una familia de cuervos americanos (corvus brachyrhynchos) me acompañó siempre que pasaba por allí.
El famoso macho pálido de busardo colirrojo (buteo jamaicensis), conocido como Pale Male, no se dejó ver en el nido que posee en lo alto del edificio de la calle 74, esquina con la quinta avenida, sino que conseguí observarlo en el lado oeste del parque, sobrevolando un gran edificio sito en la calle 81, justo en la cara norte del Museo Americano de Historia Natural, cuando era atacado por varios ejemplares de cernícalo americano (falco sparverius).
Ya fuera de Central Park, en visitas a otras zonas turísticas, salieron otras especies. En el ferry que va del sur de Manhattan a Staten Island y que te permite gozar de vistas espectaculares de Miss Liberty, también disfruté de láridos interesantes como gaviotas guanaguanare (larus atricilla) y de Delaware (larus delawarensis), y charrán de Forster (sterna forsteri), así como de un par de hirundínidos llegando a puerto, la golondrina bicolor (tachycineta bicolor) y la golondrina aserrada (stelgidopteryx serripennis).
El río Bronx cruza el zoo situado en este barrio neoyorquino, y en sus aguas localicé una hembra de pato joyuyo (aix sponsa) con sus crías.
En una visita a unos amigos en Long Island, concretamente en Cold Spring Harbor, una mini-escapada que pude hacer al puerto fue de lo más fructífera, con especies como garza azulada (ardea herodias), ostrero pío americano (haematopus palliatus), andarríos maculado (actitis macularia) y cuervo pescador (corvus ossifragus).
Otras especies que también se han dejado ver en mi periplo norteamericano han sido garceta grande, martinete, cisne vulgar, ánades real y friso, gavión atlántico, charrán común, y los introducidos y abundantísimos estornino pinto y gorrión común.
En cuanto a mamíferos mencionar que la ardilla gris (sciurus carolinensis) es común en cualquier parque de la ciudad, la ardilla rayada (tamias striatus), de menor talla, es frecuente en el bosque que acoge al zoo del Bronx, y que el mapache (procyon lotor) no es difícil de ver en la periferia de cualquier zona húmeda de Central Park, siempre que se madrugue un poquito.
Autor de fotos (estatua de la libertad, turpial sargento, tórtola plañidera, Central Park y robín americano): Paco Chiclana